viscosímetros-de-proceso

La idea del viscosímetro de tipo vibrante nació en los años 50, fue desarrollada y patentada a finales de los 70 por la compañía francesa SOFRASER, que promovió su modelo MIVI en multiples sectores industriales. Hoy en día, los viscosímetros vibrantes están reconocidos por ser la solución óptima para realizar una medida de viscosidad en proceso.

El tiempo de respuesta del sensor es casi nulo, y la información de estabilidad o variación de viscosidad es disponible de manera continua, permitiendo controlar los procesos aun en presencia de fenómenos transitorios o perturbaciones rápidas.

La ausencia de partes en movimiento evita el desgaste y garantiza una perfecta estabilidad en el tiempo sin deriva  y un mantenimiento casi nulo.

El funcionamiento a alta velocidad de cizallamiento, que reduce la sensibilidad de la medida a las variaciones de velocidad y flujo cuando el producto es pseudo plástico o rheofluidificante, es perfectamente adaptado a las medidas en proceso.